HISTORIA
Bienvenidos al proyecto de recuperación cultural y artesanal de productos Un Rayito de Sol, creados para el enriquecimiento visual y ecológico del espacio arquitectónico.
Fueron los árabes hace más de 3,000 años los primeros en inventar la técnica del mosaico de pasta. Pero su período de esplendor no llegó hasta el sigo XIX, cuando embelleció un sinnúmero de palacios, casas y recintos públicos de Francia, Península Ibérica, Italia y antiguas colonias europeas del norte de África y Latinoamérica.
Durante las primeras décadas del siglo XX, los mosaicos reaparecieron como una propuesta vanguardista en grandes palacios de la Rusia de los Zares, mansiones de la Costa Azúl francesa, la Barcelona de Gaudi o los palacetes de la costa Levantina.
Luego se extendió como un revestimiento creativo y duradero en toda Europa y las zonas de influencia Españolas, Francesas y Portuguesas. En los años 50 el mosaico perdió importancia en Europa frente a los suelos esmaltados industriales como las cerámicas, fenómeno que sucedió también en México durante los años 80.
UN RAYITO DE SOL nace en 2005 con el objetivo de recuperar del olvido la producción tradicional de mosaicos de pasta en la Ciudad de México, que había llegado a nuestras tierras a través de la Colonización Española.
Todo comenzó durante el proceso de rehabilitación de una casa que contaba con hermosos pisos de pasta hechos en los años 40. El diseñador Salvador Quiroz realizó entonces una extensa búsqueda por la ciudad con el fin de encontrar algún fabricante que se dedicara todavía a esta perdida tradición. Así conoció un pequeño negocio en la Ciudad de México que desilusionado por el boom de las cerámicas en los años 80 ya no quería producir mosaicos.
Durante un proceso de investigación más profundo del mosaico, el diseñador constató que la técnica tenía muchas deficiencias y errores de calidad en la mezcla. Su tarea se concentró en darle un nuevo impulso al negocio a través de una mayor promoción. Así mismo, era indispensable reestructurar la fábrica de manera que los mosaicos pudieran alcanzar la alta calidad que distingue a UN RAYITO DE SOL.
Un renovado gusto por los productos tradicionales ha recuperado el uso de este tipo de acabados. Ahora, después de 4 años de investigación y venta de mosaicos de pasta, UN RAYITO DE SOL fabrica sus mosaicos en San Miguel de Allende y Guadalajara con los mejores artesanos y con una fuerza productiva 20 veces más grande que la de sus inicios.
UN RAYITO DE SOL busca rescatar del olvido estos oficios ancestrales. Por eso, en 2010, implementamos la manufactura de CELOSIAS a través de una técnica aprendida en Sri Lanka mientras su fundador realizaba un proyecto de ayuda comunitaria después del Tsunami de 2006.